domingo, 25 de noviembre de 2012

Cosas que me gustan 2.0


Hoy vuelvo a releer algo que escribí hace tiempo, “cosas que me gustan” era un fiel reflejo de aquello que me gusta y que no, esas cosas que veo en mi que quizás se le escapen a quienes no leen más allá de las líneas de mis textos o en la profundidad de mis ojos. Hoy estoy dispuesto a dejaros otra ventana abierta, dejad que os dibuje un poco.

Me gusta mirar, quizás sea lo que más me gusta. Me gusta mirar y sobre todo me gusta ver, por eso quizás me gusten tanto los ojos de las personas. Me gusta ver más allá, aunque reconozco que últimamente me cuesta ver a las personas que tengo delante. Me gusta que cada objeto me traiga recuerdos, me gusta leer una y otra vez la bandera firmada que tengo sobre mi cama, me gusta recordar de donde vienen las medallas del Rocío y  de la Soledad que tengo colgando ante mí. Me gusta saber que esos recuerdos no morirán. Me paro a escuchar la canción que suena mientras que escribo, me encanta inundarme por ella y sentir que aquí sentado junto a mí hay un amigo escuchando cada canción. O quizás no estén sentados, quizás estén dando izquierdos y tres pasitos por detrás de mí, quizás estemos en un coche con las capuchas puestas cabeceando escuchando el hip hop mas clasico, quizas vayamos en un autobus camino de un campeonato o quizas en mi coche y tal vez sea yo el que conduzca y ella la que elige la música y al final siempre acabe poniendo flamenqueo. Me encanta recordar tantos detalles y sentir que no estoy solo. Me encantan los días en que miro por la ventana y ver que los colores del dibujo tienen mucha luz, es en esos días cuando puedo sentir que amo la vida. Es en esos días cuando puedo sentirme en casa y sentirlos a todos junto a mí, podría conducir dándome el aire en la cara hasta Santiponce y hablar durante horas de coches y motos. Sentirme vivo. Eso es lo que más amo. Salir una noche con “mi niño” y no saber como amaneceremos. Saber que en el fondo a mi rubiales le hubiera encantado elegir destino en Barcelona solo por hacer locuras conmigo. Me encanta apreciar los detalles y dejar fluir aquellas cosas que no merecen mi atención. Me gusta mi capacidad de adaptarme a cualquier situación y sacar el lado bueno a todo… y reconozco que últimamente he flaqueado un poco en ese aspecto, eso me lleva a…

No me gusta que a veces me derrumbe y que todos los colores del dibujo de repente sean una gama de grises. No me gusta haber deseado la eterna oscuridad como única salida a mis defectos. No me gusta haber tenido que llegar a hacer daño a tanta gente para darme cuenta de que así no se hacen las cosas. No me gustan muchas cosas de mi pasado, aunque me da esperanzas pensar que todas ellas me han llevado a ser lo que soy hoy. No me gusta cuando recibo un castigo que no he merecido, y mucho menos cuando lo recibo justamente, porque eso significa que he vuelto a fallar. No me gusta que me juzgue quien no debe hacerlo, de hecho… no me gusta sentirme juzgado. No me gusta que los que estuvieron ya no están, y no me gusta que a veces piense que es solo culpa mía, aunque me reconforta saber que sus caminos están llenos de alegría. No me gusta discutir, porque saca lo peor de mí. No me gusta tener que estar pidiendo perdón, por el daño causado, y porque me recuerda esa etapa de mi que no volveré a ser. No me gusta haberme anclado en el pasado demasiado tiempo y por eso…

Por eso no termino mi relato enfadado, sino alegre y esperanzado. Vuelvo a abrir esa ventana y hace un día radiante, el horizonte parece haber sido dibujado por un poeta. Siento la brisa en la cara y es como si sus besos hubieran viajo cientos de kilómetros y se posaran en mis mejillas. Y de nuevo otra canción me invade y tarareo la letra… “hoy tengo un plan, perfecto plan diría yo…” Sonrio.

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